El proceso de formación de los diamantes natural y sintético.

Los diamantes son unos minerales de carbono puro cristalizado con una densidad de 3,5g/cm³. Estos son unos de los minerales más simples que existen y destacan por ser el material más fuerte del mundo. Por muy caros que sean están formados por el mismo material que la punta de los lápices pero ¿qué hace exactamente que sean tan especiales?

Proceso de formación

Los diamantes se forman de manera natural bajo la superficie de la tierra. Sin embargo, estos también se pueden fabricar en laboratorios. Otra posibilidad es que los diamantes se hayan formado en el espacio y lleguen a la Tierra con el impacto de un asteroide.

Diamantes naturales

Los diamantes naturales se forman a partir de carbono puro y son necesarias unas condiciones muy estrictas para que se formen. Es necesario una profundidad cercana a 160 km bajo de la superficie terrestre donde se alcanzan temperaturas de 1050°C . El proceso de formación ocurre durante millones de años dentro de la roca fundida del manto de la tierra; donde se encuentra la cantidad de presión y el calor exacta para transformar el carbono en diamante. Luego, los diamantes son transportados a través de flujos de lava fundida a la superficie de la tierra, desde donde se extraen. 

Diamantes sintéticos

Existen dos formas de hacer diamantes sintéticos en un laboratorio, los cuales son utilizados por los fabricantes de diamantes. El primer método se conoce como ‘alta presión, alta temperatura’ o HPHT . Este método es lo más parecido al proceso de formación natural de los diamantes que ocurre dentro de la tierra e implica someter el grafito a calor y presión muy intensos. Para ello se utilizan pequeñas piezas de metal usadas para comprimir el grafito mientras este es bombardeado por un intenso pulso de electricidad. Este proceso lleva solo unos días. Desafortunadamente, este tipo de diamante sintético no es tan puro como un diamante natural.

El segundo método de producción de diamantes se llama deposición química de vapor. Este método produce diamantes aún más perfectos que los que se encuentran en la naturaleza. Este proceso implica colocar un pedazo de diamante en una cámara de despresurización, donde este es tratado con un gas natural bajo un rayo de microondas. Cuando el gas se calienta unos 2.000 grados, los elementos de carbono caen sobre el diamante y se adhieren a él. Con este proceso se crea una lámina de diamante perfecta.